El documento del Departamento de Justicia de los Estados Unidos ofrece una guía completa para la evaluación de los modelos de compliance corporativo en las empresas. Este análisis es clave para que los fiscales determinen la eficacia de dichos modelos en el momento en que se cometió una infracción, así como al tomar decisiones sobre posibles sanciones o acuerdos. El documento se basa en tres preguntas esenciales: si el modelo de compliance está bien diseñado, si se está aplicando de manera efectiva y si funciona adecuadamente en la práctica. La evaluación cubre múltiples aspectos, desde el diseño y la integración del modelo en las operaciones diarias de la empresa hasta la asignación de recursos y la implicación de la alta dirección en la promoción de una cultura de compliance. También aborda cómo las empresas gestionan el riesgo, implementan políticas internas, ofrecen capacitación adecuada, y establecen canales de denuncia eficaces y seguros. Un aspecto clave es la capacidad de los modelos de compliance para adaptarse a las lecciones aprendidas y mejorar continuamente a medida que evolucionan los riesgos y el entorno regulatorio. Además, el documento enfatiza la importancia de que el equipo de compliance cuente con la autonomía necesaria para llevar a cabo su labor, junto con un proceso disciplinario coherente que motive comportamientos éticos en todos los niveles.