Estándares Internacionales de Compliance
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La necesidad de adherirse a regulaciones y estándares tanto nacionales como internacionales ha llevado a una evolución significativa en cómo se abordan los modelos de compliance. En este contexto, los estándares internacionales han jugado un papel crucial en la definición y aplicación de las mejores prácticas en compliance.
I. Comparación entre Estándares Nacionales e Internacionales:
Frecuentemente, existe una confusión entre los estándares nacionales e internacionales. Por ejemplo, las regulaciones promulgadas por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, o las directrices de países como el Reino Unido y Francia, son reconocidas y aplicadas globalmente, pero en esencia son normativas nacionales. A pesar de su fuerte impacto en la comunidad internacional y su alta valoración, no se originan de entidades internacionales.
II. El Papel Fundamental de la ISO:
La Organización Internacional de Normalización (ISO), compuesta por más de 160 organismos de normalización correspondientes a 165 países, juega un papel significativo en el mundo. Esto es relevante, considerando que las Naciones Unidas cuentan con 193 países soberanos. La habilidad de la ISO para congregarse con tantas naciones la posiciona como una figura clave en el campo del compliance y otros.
Las normativas ISO, aunque no tienen carácter legalmente obligatorio, definen el estado actual de la técnica y establecen una terminología unificada en varios campos. Esto resulta crucial en una economía globalizada, donde la consistencia y uniformidad en los estándares son fundamentales para las transacciones económicas tanto a nivel nacional como internacional.
II.1 La Colaboración Internacional en la ISO:
La inclusión de numerosas naciones en la creación de las normas ISO constituye un elemento esencial en su importancia y aplicabilidad a nivel mundial. Cada nación aporta su visión y conocimientos, culminando en documentos que representan la vanguardia en diversos campos. Además, la variedad de sistemas legales involucrados, como los sistemas continentales, anglosajones o incluso la ley islámica, garantiza una perspectiva equitativa y no prejuiciada.
II.2 Beneficios de los Estándares Internacionales:
Los estándares internacionales, como los promulgados por la ISO, presentan múltiples beneficios en el panorama global actual:
- Lenguaje Unificado: Crean un idioma común de comunicación en un mercado internacional. Esto es vital, dado que las normas nacionales pueden ser dispares y conducir a interpretaciones únicas o específicas de términos como el compliance.
- Confianza y Certificación: Cuando una organización declara tener un modelo de compliance basado en una norma ISO, como la ISO 37001 para la prevención del soborno y la corrupción, su significado es claro y preciso. Si además ese modelo está certificado por una entidad independiente, fortalece la confianza.
- Conformidad con Normativas Nacionales: Cumplir con las normas ISO internacionales generalmente asegura el cumplimiento con las regulaciones nacionales, ya que los estándares internacionales integran las mejores prácticas de diversos países.
La tendencia a integrar diferentes sistemas de gestión de compliance está en aumento. Esto implica la combinación de modelos de compliance más especializados dentro de estructuras más amplias. Tal integración facilita una operación más eficaz y uniforme de varios modelos simultáneamente.
Los estándares internacionales, especialmente aquellos desarrollados por ISO, han sido fundamentales en la evolución del compliance. La participación internacional, la creación de un lenguaje común, la certificación y la integración de sistemas de gestión son aspectos clave en esta evolución. La transición de programas a sistemas de gestión refleja una madurez y sofisticación en la forma en que las organizaciones abordan el cumplimiento normativo en un mundo cada vez más globalizado.
III. Evolución de los Estándares de Compliance:
Los estándares de Compliance, tanto en el ámbito nacional como internacional, han visto un desarrollo considerable en los últimos años.
En este contexto, la trayectoria moderna puede seguirse hasta la aparición del estándar AS 3806 en Australia en 2006. Formulada por Standards Australia, esta regulación representó un esfuerzo innovador para establecer un marco nacional para programas de cumplimiento eficaces (“Compliance Programs”). Se concibió con la colaboración de reguladores, la industria y la sociedad, reflejando una visión amplia y completa del cumplimiento (Standards Australia, AS 3806-2006).
La estandarización a nivel de la ISO se inició en 2013, y desde entonces se han introducido varias normativas clave:
- ISO 19600: Promulgada en 2014, proporciona orientación para los sistemas de gestión de compliance.
- ISO 37001: Publicada en 2016, se centra en la prevención del soborno.
- ISO 37002: Lanzada en 2022, establece pautas para los canales de denuncias (whistleblowing).
- ISO 37301: Actualizada en 2022, funciona como una norma de compliance transversal.
III.1 Categorización de los Estándares ISO en Compliance:
Estos estándares ofrecen un abanico de opciones para tratar los distintos aspectos de compliance desde los enfoques más generales hasta los más específicos. La evolución de estos estándares refleja la creciente importancia y complejidad del cumplimiento en el entorno empresarial global actual.
- Estándares Certificables (Tipo A): Estas normativas pueden ser sujetas a una certificación que confirme su cumplimiento. Un ente independiente puede validar que una organización ha implementado un modelo de cumplimiento en consonancia con el estándar específico. Un ejemplo prominente de un estándar de tipo A es la ISO 37001, que se enfoca en modelos de cumplimiento para la prevención del soborno.
- Estándares No Certificables (Tipo B): Estas normativas, como las ISO’S 19600 y 31022, actúan como guías o recomendaciones y no están sujetas a certificación.
Esta distinción entre los tipos de estándares refleja la diversidad y flexibilidad en la aplicación de las normas ISO en el campo del cumplimiento normativo. Los estándares certificables ofrecen una garantía adicional de conformidad, mientras que los no certificables proporcionan orientación valiosa sin la necesidad de una validación formal. Ambos tipos juegan un papel vital en la estructuración y mejora continua de los sistemas de cumplimiento en el entorno empresarial global.
IV. Sistemas de Gobernanza en Contraste con Sistemas de Gestión:
Históricamente, el enfoque ha estado en los programas de cumplimiento normativo o compliance, pero en años recientes, la ISO ha desarrollado normativas sobre sistemas de gestión y, más recientemente, sobre sistemas de gobernanza. La distinción entre estos términos es crucial:
- Programas de Compliance: Se refieren a modelos más concretos y dirigidos.
- Sistemas de Gestión: Proporcionan una estructura más abarcadora e integrada.
- Sistemas de Gobernanza: A partir de septiembre de 2021, con la norma ISO 37000, se presenta el primer sistema de gobernanza, que trasciende los conceptos tradicionales de programa y sistema de gestión.
La trayectoria del compliance desde la óptica de los estándares internacionales ha sido enérgica y multifacética. La formulación de diversas normas ISO para tratar múltiples facetas del cumplimiento evidencia una maduración en cómo las organizaciones pueden escoger y emplear estos estándares.
La transición de programas a sistemas de gestión, junto con la introducción de sistemas de gobernanza, simboliza un progreso notable en la complejidad y aplicabilidad de los modelos de cumplimiento. Esta evolución refleja una adaptación continua a las necesidades cambiantes y las expectativas crecientes en el ámbito global del cumplimiento normativo.
V. Reflexiones Finales:
En un entorno empresarial globalizado, la importancia de los estándares internacionales en materia de compliance no puede ser subestimada. La ISO, al liderar la creación y adaptación de estos estándares, ha proporcionado un marco esencial que guía a las organizaciones hacia prácticas más éticas y responsables. La evolución de estos estándares, desde programas específicos hasta sistemas de gestión y gobernanza, refleja un compromiso con la adaptabilidad y la excelencia. La diferenciación entre estándares certificables y no certificables brinda a las empresas opciones flexibles, permitiéndoles elegir el enfoque que mejor se adapte a sus necesidades y objetivos. En esencia, estos estándares no solo establecen expectativas, sino que también actúan como catalizadores para la innovación y la mejora continua en el ámbito del cumplimiento. A medida que las organizaciones se esfuerzan por mantenerse relevantes y competitivas, la adhesión a estos estándares internacionales no solo eleva su estatura en el mercado, sino que también refuerza su compromiso con la integridad, la transparencia y la responsabilidad global.
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